Aquellos recuerdos que un día te hicieron sentir mal, muchas veces se convierte en un obstáculo para poder continuar en la vida. Situaciones, sitios, gestos, sentimientos, palabras que algunas vez escuchaste, que de pronto se repiten o surgen por tu mente, impiden poder creer que esta vez si funcionará.
Porque todos tendemos a pensar negativamente y nos cuesta creer que alcanzaremos la felicidad que nos merecemos.
En ese momento es cuando surge el miedo, y sin darte cuenta tratas de luchar contra ese sentimiento, porque cuando se vive relaciones en las que siempre se ha sufrido, inconscientemente relacionamos el amor con sufrimiento, y nadie quiere sufrir por amor.
Actuamos pues, rechazando ese sentimiento, tratando de convencernos que no existe.
Por ello es importante canalizar todos esos recuerdos, ser valientes y luchar contra los pensamientos catastróficos.
Pensar que pase lo que pase siempre aprenderemos algo, ser lo suficientemente fuertes para poder aceptar la realidad y si todo sale bien disfrutar de ese sentimiento mágico, cuidando día tras día la relación, vivirlo intensamente, QUERER Y DEJARSE QUERER, esa es la clave.
Y sin darte cuenta, es así como descubres que quizás esa persona a la que has tratado de rechazar en tu corazón hace que te sientas inmensamente feliz y solo piensas en estar con él.
En este momento me planteo muchas cosas, una parte de mi quiere decir palabras que igual suenen precipitadas pero que no puedo evitar sentir y pensar constantemente.
¿Sabes una cosa? Creo que empiezo a quererte.
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